Minimalario

minimalario

A: Pinto & Chinto (Carlos López)   I: Pinto & Chinto (Davis Pintor)  E: Kalandraka Ediciones Andalucía, 2013 (1ªE: Edicións Xerais, 2011)

111 animales.

Desde una pulga hasta un elefante. Pasando por la iguana, la medusa, el cuco, el grillo o la vaca.

Nos ha encantado el formato de este álbum ilustrado, original, ágil y divertido; cada animal ocupa una página, compuesta por una expresiva ilustración (llena de intención) y un pequeño relato, acorde con la característica principal del animalillo en cuestión. A veces, un simple juego de palabras, otras veces, una historia llena de humor.

Cocodrilo, babosa, cuervo, gallo, rinoceronte, pavo, tigre, león…

Este álbum ganó el Premio Merlín de Literatura Infantil en 2007. Os tenemos que confesar que en KIRIAKIbooks opinamos, modestamente, que los premios no son garantía de nada y os habréis dado cuenta de que habitualmente no hacemos referencia a ellos pero en esta ocasión, coincidimos con el jurado.

Las ilustraciones de David Pintor nos han parecido geniales. Todas ellas con detalles divertidos e irónicos que hacen que los pequeños se pregunten: ¿porqué no cabe la ballena en la página?, ¿qué hace una cabra subida a un peñasco?, ¿y el saltamontes con una pértiga?

Alguna de las pequeñas historietas nos han parecido más flojillas (hombre, entre 111…) pero en general nos gusta el tono que utiliza Carlos López, que divierte e instruye.

En su conjunto creemos que es un álbum que merece la pena que conozcáis y que, estamos seguros, dará mucho juego por su libre formato de microcuentos.

¿Cuántas leemos hoy?, ¿cuatro?, ¿cinco? Os aconsejamos que os hagáis esas preguntas a vosotros mismos antes de empezar la lectura; si las hacéis en alto es probable que leáis la mitad del libro en una tacada…

Flotante

flotante

A: David Wiesner   I: David Wiesner   E: Editorial Océano de México, S.A. de C.V., 2007 (1ªE: Océano Travesía, 2006)

Este álbum que os presentamos hoy es de los que nos ENCANTAN, sin peros y en mayúsculas. Lo hemos descubierto gracias a R. (cómo no…), que además esta vez es inicial de Reina Maga.

Se trata de una historia  contada a través de ilustraciones, sin texto, ni falta que le hace. No siempre es así, pero en este caso, verdaderamente una imagen vale más que mil palabras.

Antes de hablaros de la historia no nos resistimos a comentar el estilo de la ilustración. David Wiesner dedica varios años a la creación de cada álbum y esto se nota, sin duda, en sus detalladas ilustraciones. Prueba varias versiones hasta dar con la imagen que funcione a la perfección y se ayuda de modelos tridimensionales que él mismo fabrica para crear sus criaturas imaginarias (peces mecánicos, ciudades subacuáticas de inmensas caracolas…). Ha ganado en tres ocasiones la Medalla Caldecott (premio que anualmente se concede al ilustrador estadounidense más destacado de libros ilustrados para niños), y una de ellas fue galardonado por el álbum que hoy os presentamos.

Bueno, y ahora la historia:

un niño se encuentra en la playa pasando el rato, observando pequeños animalillos que inspecciona con su lupa, y junto a la toalla vemos su cajita de tesoros, sus prismáticos y su pequeño microscopio dentro de una bolsa hermética; un auténtico niño explorador, paciente y curioso.

Una gran ola deja a sus pies unas cuantas algas y un extraño objeto cubierto de lapas: una antigua cámara subacuática. La abre con delicadeza y descubre el carrete de fotos en su interior. Tras esperar pacientemente a la puerta de la tienda de fotos por fin las tiene en sus manos y… ¡descubre un apasionante mundo subacuático! Fotografías increíbles, escenas surrealistas, seres alucinantes y una última imagen sorprendente que, tras estudiarla con detenimiento, le dará la pista de qué hacer con el precioso objeto que ha encontrado esa tarde de verano.

Una historia dentro de otra historia. Ilustraciones con técnicas fotográficas, fotografías ilustradas.

La imagen de la portada representa la esencia de la historia, ¿es un ojo de pez?, ¿es un objetivo?

Genial.