A: Kitty Crowther I: Kitty Crowther E: Editorial Corimbo, 2011 (1ªE: l´ècole des loisirs, París, 2001
A ver, no sabemos por dónde empezar; un álbum ilustrado que nos habla de Dios, pero el cielo no es azul ni la hierba verde. Hay animales, sí, pero no son ni tigres ni leones lamiendo la mano de un niño. Se trata de una historia que, así como quien no quiere la cosa, trata la relación del hombre con su dios, sea el que sea, espiritual o material.
Theo, el personaje que nos representa, se encuentra con una gran cosa blanca informe al borde del camino y, con más miedo que curiosidad, le pregunta quién es; “- Soy Dios -”, contesta, “- ¿El Dios?-“ dice Theo, “-No, un dios-“ responde la masa. “-Pues no me lo imaginaba así-“.
A lo largo del día que disfrutan juntos, Theo ve cómo el dios se transforma en cuantas criaturas se le ocurren (conejo, ciervo, indio, vaquero…), cómo lo asusta al tomar el aspecto de un peludo gorila, cómo lo tranquiliza al transformarse en su propio padre (biológico…)
Da igual creer o no creer, este álbum no trata de eso; habla de creer en nosotros mismos, de tomar conciencia de nuestras capacidades, de valorar lo que sabemos hacer, y todo esto así, para niños (os prometemos que no es un libro de auto-ayuda, te partes…)
Nos hemos reído cuando el dios nos cuenta que le encantaría saber nadar, pero que su condición divina sólo le permite andar sobre las aguas, cuando envidia a Theo por saber hacer una tortilla de cebolla o cuando suspira por aprender a trepar a los árboles, ya que lo “único” que sabe hacer es elevarse y levitar.
La silueta fosforita de “la cosa”, la satisfacción de Theo tras la divina conversación que le hace sentirse importante, la señora diosa leyendo en el periódico una noticia sobre vida extraterrestre y la taza de “I ♥ GOD” han conseguido que nos rindiésemos a los pies del dios de Theo.
Interpretaciones varias, atractivísima ilustración y muchos detalles.
De los buenos buenos.