A: Pedro Mañas I: Javier Vázquez E: Editorial Everest, 2009
“Ojo de Cobra”, “Triple Calibre”, “Triturador” y “Melena Eléctrica” no siempre han tenido nombres tan molones. Antes eran conocidos como “Ojo muerto”, “Come salchichas”, “Lengua de trapo” y “Pelo Estropajo”; hasta que estos cuatro “diferentes” decidieron unirse a otros cuantos para crear la justiciera y colaborativa sociedad secreta “Los O.T.R.O.S.”, Organización de Tipos Raros, Originales y Sorprendentes.
Todo comienza cuando un niño normal, con notas normales, estatura y peso normal, amigos normales y aficiones normales, acude al oculista. Éste, de manera altamente impertinente, pretende que descifre hasta la más pequeña cagarruta de mosca que se supone que es una “F” (o “G”, o “H”…) En fín, sale de ahí con un diagnóstico claro (ojo vago) y con un tratamiento meridiano (parche en el ojo)
Tras maldecir al oculista por pretender convencerlo de que parece un pirata (¿pirata con parche color carne?) y pasarse horas frente al espejo asumiendo su transitoria minusvalía, le toca enfrentarse al juicio final: sus compañeros de clase. Pronto descubre que ha pasado a ser uno de “los otros”, fantasmas olvidados que nadie parece ver.
Una serie de acontecimientos hacen que todos estos “otros” se pongan en contacto entre sí y, decidan crear una sociedad secreta que vele por la dignidad de todos los diferentes.
Sus empeños justicieros y el golpe de gracia a la super-mega-perfecta niña odiosa nos han dejado un buen sabor de boca.
Probad a taparos un ojo: pasáis de la normalidad al lado oscuro con un solo gesto.