Un loro en mi granja

un loro en mi granja

A: Pep Bruno   I: Lucie Müllerová  E: Editorial Luis Vives, 2009

Esta es mi granja”, nos la presenta su habitante más peculiar, y en ella, podemos encontrar lo habitual en una granja.

Nos ha encantado la personalidad de este loro pelirrojo; ¿quién no quiere un loro como él? Su lenguaje descarado y sus numerosas habilidades nos han conquistado por completo. Sí, definitivamente sería la mascota ideal de nuestros pequeños. Eso sí, les enseñaría canciones como: “La vida pirata es la vida mejor, sin trabajar, sin estudiar…”, insultos del tipo: “¡gandules!, ¡marineros de agua dulce!, ¡bucaneros de pacotilla!”, gritos de guerra del estilo de: “ ¡Al abordaje!”…¿padres irresponsables?

Gracias a este divertido álbum, conoceremos las virtudes de tener un loro en una granja, todas sus destrezas y todas sus habilidades. El tenerlo, permite que el perro guardián se tome una noche de descanso, hace que las gallinas ponedoras se conviertan en “reponedoras”, da lecciones de constancia y responsabilidad, ayuda  a sus compañeros cuando éstos no pueden cumplir la misión para la que fueron creados, cuenta historias como nadie…Y es que este loro ha vivido mucho. Ha sido, ni más ni menos, el fiel compañero de John.

Además del texto, las ilustraciones nos han parecido geniales; sí, sí, un pato que podría dibujarlo un niño, una vaca que parece salida de una clase de plástica de tercero de primaria…PARECE…pero no es.

Venga, venga, a la biblio.

Mis zapatos rojos

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La entrada que hoy compartimos con vosotros, no es una estrada habitual, pero dado que es un álbum ilustrado que sentimos muy cercano, nos gustaría que todos vosotros lo conocierais.

Se trata de una sencilla historia que estimula la imaginación de los pequeños, y que nos envuelve en un ambiente ventoso.

Siempre que acabamos de leerlo sentimos la necesidad de peinarnos un poco. Es un álbum hecho de viento.

Este álbum todavía no se ha publicado, se encuentra en proceso de microfinanciación. En la siguiente dirección podéis conocer algo más a cerca del proyecto y de sus autores:

http://vkm.is/Zrojos

Historias de ratones

historias de ratones

A: Arnold Lobel   I: Arnold Lobel  E: Kalandraka Editora, 2011 (1ªE: HarperCollins, 1972)

Hoy os presentamos otro clásico del mundo de los álbumes ilustrados. Gracias al préstamo que M. y O. hicieron a nuestros hijos, llevamos unos días disfrutando de la lectura de estas historias.

Ya comentamos en KIRIAKIbooks otra gran obra de este autor, Sapo y Sepo, y esta que hoy presentamos tiene el mismo aire familiar que aquella de los amigos batracios.

En esta ocasión un respetable ratón padre de familia numerosa (numerosísima…) se dispone a contar siete historias  entrañables, con la condición de que en cuanto acabe la narración, sus siete retoños se duerman de inmediato. Como todos vosotros supondréis, lo prometen al instante, pero lo que no sabemos es lo que realmente ocurre al terminar con la última historia (desde KIRIAKIbooks apostamos a que comienza el octavo cuento: “quiero aguaaa”, “tengo miedooo”, “X no me deja dormiiir”, “¿te tumbas un poquito?”)

En fin, que nos desviamos del tema. Se trata de una pequeña colección de cuentos que han encantado a nuestros hijos. Su sencillez hace que se los aprendan de memoria, y permiten que el narrador haga un poco de teatro casero apoyado por unos exagerados cambios de voz (vergonzosos, vistos desde fuera de nuestra ventana, pero muy efectivos desde dentro…)

Además, todas las historias presentan una clara vocación humorística que es precisamente la que ha enganchado a nuestros pequeños. Desde el pozo de los deseos, que grita “¡Ay!” cada vez que la ratita le lanza una moneda con intención de pedir un deseo, hasta el ratón viejo y cascarrabias que no soporta a los niños hasta que estos resuelven sus problemas con los tirantes del pantalón pegándoselos con chicle, pasando por el ratón que de tanto viajar estropeó el coche, los patines, los zapatos, los calcetines y sus propios pies. Más vale que encontró un puesto a un lado de la carretera en el que se vendían pinreles a medida…

Vamos, que aunque admitimos que estábamos predispuestos a que un álbum de este autor nos gustase, afirmamos que ha cumplido nuestras expectativas. Lo hemos pasado genial (bueno, en ello seguimos…)

La ola

la ola

A: Suzy Lee   I: Suzy Lee  E: Bárbara Fiore Editora., 2008 (1ªE: Chronicle Books LLC, San Francisco, California)

Suponemos que muchos de vosotros, los que frecuentáis librerías de álbumes infantiles, conoceréis éste que os presentamos hoy. Es una de esas portadas que llaman la atención por su ausencia de colores, por su simplicidad.

Es un álbum sin texto (ya os hemos presentado en KIRIAKIbooks algún otro caso) pero sus ilustraciones frescas y llenas de movimiento dicen mucho más que un puñado de palabras concretas.

Suzy Lee no desperdicia ni una sola página y hasta las guardas tienen su función en esta historia que trata la curiosidad y la atracción que el mar despierta en los más pequeños.

Una niña baja a la playa con su mamá y se lanza disparada hacia la orilla, pero una vez allí, se detiene temerosa. El mar comienza a jugar con ella tímidamente, lo que hace reaccionar a la pequeña y entrar en su juego. Se trata de un diálogo entre ambos personajes (la niña y el mar…), acompañados de unos espectadores espontáneos que nos representan a los lectores, bien seamos niños o adultos.

La técnica diferente que la autora utiliza para representar ambos personajes acentúa aún más ese diálogo del que hablamos.

Es una sencilla historia, un juego elemental que transmite una libertad y una infinita alegría que los niños disfrutan y los adultos rememoramos con nostalgia.

Nos ha encantado.

La nube amarilla

la nube amarilla

A: Comotto   I: Comotto  E: Ediciones Ekaré, 2008

Nos encanta presentaros álbumes como el de hoy, ¡nos lo hemos pasado pipa leyéndolo! Ha sido uno de esos descubrimientos casuales. En nuestra visita semanal a la biblioteca algo nos llamó la atención en el conjunto de libros de este autor, así que tomamos prestados tres de ellos y estamos leyéndolos una y otra vez.

Un aviador intrépido y bigotudo emprende un gran viaje de aventura dispuesto a cubrir su misión. ¿Es su misión lo más importante de esta historia? ¡Ni mucho menos! Nada más comenzar el vuelo repasa mentalmente todos los preparativos que ha llevado a cabo: “lleva combustible, repuestos y comida, pero…se ha olvidado de algo muy importante. En realidad urgente¿Se os ocurre que puede ser? ¡Sí!, se ha olvidado de hacer pis…Y claro, estando en tierra, esa contingencia es sencilla de solucionar, pero, ¿ahí arriba? ¿Rodeado de nubes?

Volvemos a presentaros un álbum con un tufillo escatológico; no es la primera vez; si recordáis, hemos hablado del tema en alguna otra ocasión (“El topo que quería saber quién se había hecho aquello en su cabeza”, “Todo el mundo va”) y no nos avergüenza afirmar que en nuestra casa estos temas triunfan.

Pero a todos aquellos que sois más finos y exquisitos os rogamos que el tema no os frene; os recomendamos sinceramente este álbum que nos ha parecido realmente divertido.

Nuestra página favorita, como no, la de la micción.

Ernesto y Celestina, músicos en la calle

ernesto y celestina...

A: Gabrielle Vincent   I: Gabrielle Vincent  E: Mare Nostrum Publicaciones S.L., 2008 (1ªE: Casterman, 2003)

Los álbumes de Ernesto y Celestina son álbumes de temporada. Sí, muchos lectores coincidimos en que hay “libros de invierno” y “libros de verano”; hay unas historias que nos apetece vivir sentados bajo la sombra de un árbol mientras que hay otras que preferimos leer al lado del radiador. Bien, pues Ernesto y Celestina es un álbum infantil de otoño-invierno. Son historias que dan calor, ilustraciones que arropan y hacen que nos sintamos en casa.

La historia del título que presentamos hoy es una historia sencilla, que la autora utiliza para presentarnos la gran amistad y afecto que se tienen sus dos protagonistas, un entrañable oso y una despierta ratita.

Una tarde cualquiera, envueltos en sus cálidas batas, Ernesto y Celestina suben al desván y descubren una gotera. Están preocupados porque el invierno está al llegar pero no tienen dinero para arreglar el tejado. ¿Qué se le ocurrirá a Celestina para mejorar su situación?

Los rústicos suelos de tablones de madera, los enseres domésticos (cada uno en su sitio pero por todas partes), la ropa tendida en el interior de la vivienda, el vestuario de los personajes (tanto dentro como fuera de la casa)…todo ello nos huele a una taza de chocolate y a leña en la chimenea.

Además, el despreocupado final (“¡Bah! ¡Para la próxima vez!), acompañado de la felicidad plena que irradia la última ilustración, crea un clima de alegría, seguridad y despreocupación muy reconocible por los más pequeños (y muy envidiado por los adultos…)